¿Qué significa la presencia de DLP en proyectores frontales para el mercado de productos empresariales?
La demanda de productos DLP sigue en aumento. Casi la mitad de los nuevos proyectores de todo el mundo cuentan con tecnología DLP. Desde 1996, se han entregado más de 20 millones de conjuntos de chips DLP. En el mundo entero, hay más de 700 modelos de proyectores DLP en el mercado.
¿Dónde se usan los proyectores DLP?
Los proyectores DLP se utilizan en un amplio rango de industrias a fin de ofrecer presentaciones deslumbrantes. Los proyectores DLP se utilizan tanto en las empresas como en los hogares, donde las familias disfrutan de películas, juegos e imágenes digitales. Entre otras aplicaciones específicas de los proyectores DLP, se encuentran: salones de clases, hoteles, centros de convenciones y también templos.
¿Los proyectores van a reemplazar o competir con los televisores?
Los mercados de los proyectores y los televisores satisfacen distintas necesidades de los consumidores y, por lo tanto, no compiten. Los proyectores son productos que aumentarán la experiencia general de entretenimiento del consumidor en el hogar. Los proyectores ofrecen una experiencia de pantalla grande que suele disfrutarse en eventos específicos, por ejemplo, películas, deportes, visualización de contenido de cámaras digitales, juegos, etc. Los consumidores continuarán usando el televisor para ver las noticias, los programas televisivos, etc.
¿Por qué debería elegir un proyector DLP en vez de un proyector LCD?
* Alta confiabilidad: A diferencia de algunos proyectores LCD, la tecnología DLP es virtualmente inmune a la degradación de los colores (una coloración amarilla en la imagen después de un tiempo prolongado de uso).
* Menor costo total de propiedad : Muchos proyectores DLP presentan un diseño sin filtro. Sin filtros que deban limpiarse o reemplazarse, los costos de mantenimiento pueden ser menores.
* Innovación: Desde proyectores 3D-Ready, interacción incorporada y proyectores que caben en la palma de la mano hasta diseños sin lámpara, la tecnología DLP es famosa por reinventar la proyección.
* Amplia variedad: Docenas de fabricantes de proyectores usan la tecnología DLP en sus productos, a diferencia de los proyectores LCD de los que sólo hay un puñado de marcas en el mercado. Esta mayor pluralidad, le da más libertad de elección, más características y funciones para elegir, y más variedad para encontrar el producto que adapte a su presupuesto.
¿Dónde se consiguen los proyectores DLP?
Los proyectores DLP se venden en grandes tiendas de productos electrónicos, directamente de fábrica, a través de canales de audio y video y también por Internet.
Noticias, anécdotas y vivencias de la Misión Barrio Adentro Zulia y mi ejercicio personal de la Odontología.... Ademas ventas
domingo, 20 de febrero de 2011
miércoles, 26 de enero de 2011
LOS HIJOS INFINITOS/Andrés Eloy Blanco
Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.
Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.
Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.
Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.
Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
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